Ante la ola de calor que partir de este martes afecta a toda Castilla y León, la Alianza UPA-COAG ha advertido a agricultores y apicultores la necesidad de mantener la máxima atención para prevenir incendios forestales, a la vez que recuerda las obligaciones que afectan a determinadas prácticas, particularmente cuando éstas se van a realizar en áreas de monte o en la franja perimetral de 400 metros del monte, y que son de obligatorio cumplimiento.
Las organizaciones agrarias recuerdan que la precaución debe ser máxima a la hora de utilizar herramientas que generan chispas en el medio natural o agrícola y, especialmente, durante la cosecha del cereal, sobre todo los días con altas temperaturas y fuertes vientos.
Según las normas, durante la cosecha se debe establecer un plan de vigilancia disponiendo al menos de una persona que se mantenga atenta mientras se cosecha. Además, es obligatorio disponer de medios de extinción suficientes -al menos dos mochilas extintoras cargadas de agua y dos batefuegos- para controlar los posibles conatos que se puedan originar.
A su vez, se indica la necesidad de mantener la maquinaria en condiciones adecuadas de revisión periódica y mantenimiento, y realizar labores perimetrales para dificultar la propagación del fuego.
Desde la Alianza UPA-COAG se recuerda que en época de peligro alto de incendios se puede utilizar cosechadora siempre que esté dotada de matachispas y se apunta que su utilización queda prohibida en esta zona cuando la temperatura supera los 30 grados y la velocidad del viento es mayor de 30 kilómetros por hora.
Además las organizaciones enumeran otras recomendaciones como disponer de un tractor y gradas en las inmediaciones de la parcela en recolección; reducir la velocidad de avance y elevar la plataforma de corte en terrenos pedregosos o con pendiente, y cosechar en contra del viento.
La Alianza insiste en que tanto en las áreas de monte como en su zona perimetral está prohibida por la legislación contra incendios la quema de rastrojos durante todo el año, y que durante la época de peligro alto de incendios también está prohibida la quema de restos vegetales, aunque estén acumulados en pequeños montones.
Además, la condicionalidad de la política agraria comunitaria prohíbe durante todo el año la quema de rastrojos en todo el territorio de la comunidad autónoma, con independencia de si se trata o no de áreas de monte o su zona perimetral, salvo excepción por motivos fitosanitarios y previa autorización de Medio Ambiente. El incumplimiento de esta prohibición puede conllevar importantes penalizaciones y sanciones para los infractores.
Por otra parte, también informa a los apicultores que la normativa que regula las prohibiciones para evitar incendios forestales en Castilla y León impide el uso del fuego en el desarrollo de la actividad apícola durante la época de peligro alto de incendios, si bien podría ampliarse si lo aconsejan las circunstancias meteorológicas.
Por último, hacen un llamamiento al conjunto de la sociedad ante el aumento de población que disfruta del turismo rural y de actividades al aire libre en estas fechas, para que se conciencien de la necesidad de evitar negligencias en el campo, puesto que en estas fechas de altísimas temperaturas la más mínima irresponsabilidad puede provocar incendios con nefastos efectos medioambientales e incluso de pérdidas humanas.
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