La Junta de Castilla y León ha aprobado un nuevo decreto que actualiza y amplía la regulación de los aprovechamientos forestales en montes no gestionados directamente por la administración autonómica, con el objetivo de simplificar trámites, fomentar la gestión sostenible y dinamizar el medio rural.
El decreto se centra en montes privados y montes públicos no declarados de utilidad pública, tradicionalmente denominados de libre disposición de las entidades locales. Quedan excluidos los aprovechamientos cinegéticos, micológicos y los relativos a especies protegidas, así como los aprovechamientos maderables y leñosos gestionados directamente por la administración forestal.
Entre las principales novedades se encuentran la ampliación de la regulación, ya que se incorporan a la normativa aprovechamientos como la resina, el corcho y el matorral, que hasta ahora carecían de regulación específica; la simplificación de trámites, pues se reduce la intervención administrativa, pasando del régimen de autorización a declaración responsable para la mayoría de los aprovechamientos (se estima que el 90% de los expedientes se simplificarán); teletramitación, fomentándose la presentación electrónica de solicitudes y declaraciones responsables, facilitando la gestión y reduciendo los tiempos de espera; una gestión sostenible, con medidas preventivas para evitar incendios forestales, se regulan las condiciones de tránsito de maquinaria y se excluyen aprovechamientos en árboles con nidos de especies amenazadas; y la dinamización rural.
Los tipos de aprovechamiento van desde una autorización administrativa, requerida para aprovechamientos maderables, leñosos, de resina y corcho en determinadas condiciones, así como para los experimentales o de investigación. Una declaración responsable, suficiente para aprovechamientos en montes con instrumentos de planificación, de turno corto o menor cuantía, restos maderables, piña cerrada, resina, matorral y aprovechamientos derivados de plagas, enfermedades o catástrofes; y aprovechamientos no sujetos a regulación (recolección de piña abierta, ramas muertas, matorral de baja altura, plantas medicinales, frutos silvestres y ciertas cortas de arbolado autorizadas para obras).
Los aprovechamientos forestales en Castilla y León generan un valor directo estimado de 45 millones de euros anuales, que se duplica al considerar los costes de extracción y procesamiento.
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