Al campo no le salen las cuentas y cierra un año con precios más bajos en los productos de secano. Los cereales han vivido doce meses de inestabilidad constante, con bajadas y subidas en los precios constantes y cerrando el año con precios mucho más bajos, por debajo de lo que se considera el coste de producción. En el lado contrario, el ganado ha tenido una tendencia al alza durante todo este 2024, con precios récord para el vacuno y el ovino que cierran el año en máximos.
En un sufrido 2024, el trigo arrancó el año en 243 euros la tonelada, un precio que entra en el rango de lo que se considera necesario para cubrir los costes de producción, que según ASAJA estaría entre 2040 y 250 euros la tonelada. Tras un año de constantes subidas y bajadas, tocó fondo a finales de julio, cuando llego a una cotización de 208 euros la tonelada, la más baja de todo el año. El producto venía mal de 2023 por la sequía que hizo mella en la producción y todos los ojos estaban puestos en este 2024, un año con mayor producción, pero muy marcado por los precios bajos. Ha cerrado el año, según la lonja del 23 de diciembre, en 228 euros.
Para el presidente de la mesa de cereal en la Lonja de Salamanca, el diputado Santiago Castañeda, este año ha estado muy marcado por el precio del dólar y el mercado de cereales de interior. Eso ha hecho que haya sido un año muy inestable para algunos productos, como el trigo. “El primer trimestre iba bien, pero el segundo fue en caída libre”, asegura el diputado que añade que “yo creo que se pensaba que iba a haber un cosechón y no fue tanto. Ahora estamos en ascenso”.
La cebada, por ejemplo, termina el año subiendo el precio, aunque sin llegar al que se fijó el 2 de enero de 2024. Aunque los precios han caído un 8 por ciento, con constantes subidas y bajadas semana a semana, ahora la tendencia es alcista. La cebada tuvo su peor momento del año en el mes de junio, cuando el precio bajó de los 200 euros la tonelada y no superó esa barrera hasta octubre. El motivo, no hay cebada en el mercado. “Está recuperando precios porque no hay, no se siembra y eso hace que suba el precio”, asegura Santiago Castañeda.
La avena es el producto que peor termina el año. El precio ha caído más de un 27 por ciento con respecto a primeros de 2024. Desde el mes de junio la avena esta por debajo de los 200 euros la tonelada y concluye el año con un precio de 192 euros, cuando arrancó con 266 euros la tonelada. Al centeno tampoco le ha ido mejor, aunque la caída no es fuerte. Arrancó 2024 cotizando a 224 euros y terminará el año en 212.
Por su parte, el maíz, termina el año un poco mejor que lo comenzó, con un precio un 3 por ciento superior al del inicio de año y habiendo sufrido los precios más bajos en marzo y abril. Otro producto que ha sufrido importantes oscilaciones de precio han sido los paquetes grandes de paja. "No había se ha pagado muy cara, hasta 250 euros la tonelada, ahora estamos en una media de 60 euros el paeute grande, ahora está a precios normales", asegura Santiago Castañeda.
Todo lo contrario ha ocurrido en el sector ganadero que goza de mejores precios. El vacuno de vida ha mantenido una tendencia alcista progresiva marcada por la falta de animales en estos últimos meses del año y las exportaciones. Como ejemplo, los terneros machos han pasado de cotizar por debajo de los 4 euros el kilo en vivo a superar los 8 durante el mes de diciembre. En ovino, los lechazos han fluctuado un poco más, pero también termina con precios por encima de los 8 euros en el kilo en vivo. Precios incentivados estas últimas semanas por la llegada de las navidades, en las que el tostón y el lechazo están rozando máximos.
Precios que se fijan en la Lonja de Salamanca que se celebra cada lunes en el recinto ferial. En cada mesa los vocales proponen precios y si no hay acuerdo entre ellos lo fija el presidente. La inestabilidad en los precios de este año ha hecho que en algunas mesas en numerosas ocasiones haya ocurrido esto útlimo. "El 80 por ciento de las veces lo ha fijado el presidente", asegura Castañeda que dirige las mesas de cereal y ovino. "Muchas veces los productores piden subidas y los compradores bajadas. Hay que equilibrar, los vocales deben ser lo más realistas posible", añade y asegura que "los miembros de las mesas suelen ir con la información previa, de un lado y de otro, ellos son profesionales". Que la lonja salmantina siga la tendencia de otras de España es signo de que "lo estamos haciendo bastante bien, estamos en concordancia con otras lonjas", concluye.
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