En plena era digital, es lógico que gran parte de la campaña electoral de los partidos políticos ante los comicios del 26 de junio se lleve a cabo en las redes sociales. Twitter y Facebook se convierten especialmente durante estos días en lugares de debate, encuentro y desencuentro entre candidatos y militantes.
Las calles de Salamanca, sin embargo, han acusado la apuesta por la austeridad de la que todos los partidos han hecho gala para esta campaña de segunda vuelta. Las calles que hace unos meses se veían inundadas de pancartas y carteles ahora son casi ajenas a la batalla electoral.
Exceptuando las casetas que los partidos han instalado en las inmediaciones de la plaza del teatro Liceo, apenas algunos rincones de la ciudad albergan los clásicos paneles en los que pegar la propaganda electoral. No obstante, también aquí se libra la batalla y los carteles resisten poco tiempo hasta que los salmantinos deciden arrancarlos de su sitio o los militantes de otros partidos contraatacan sobre ellos.
Y algunos oportunistas, ante lo que parecen lienzos abandonados en los que colocar su propia publicidad, aprovechan la ocasión para ganar sus particulares elecciones.