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La renovación de la tecnología hospitalaria ha descendido hasta un 75% en un lustro

La renovación de la tecnología hospitalaria ha descendido hasta un 75% en un lustro
En los últimos cinco años, la renovación de tecnología hospitalaria ha caído entre un 60 y un 75%, y entre 2008 y 2011 cerca del 45% de la inversión realizada se destinó al equipamiento de los nuevos hospitales. Ambos aspectos han agravado la situación de los centros sanitarios más antiguos y en los que se concentra un mayor índice de obsolescencia, operativa y tecnológica. Así lo revela un estudio de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitara (Fenin), elaborado por el Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica.

Según el informe, el 26% de los equipos de sistemas de monitorización tienen más de diez años de antigüedad, al igual que ocurre con los sistemas de resonancia magnética. La ralentización de la renovación de las tecnologías de diagnóstico, monitorización y terapia de uso hospitalario limita la adopción de innovaciones que contribuyan a mejoras de procesos asistenciales, perdiendo calidad y eficiencia el sistema, además de poner en riesgo la seguridad de los pacientes y profesionales sanitarios.

Esta situación se ha visto agravada por la actual coyuntura económica, donde la fuerte presión para la reducción de costes está afectando la renovación del parque tecnológico hospitalario. El estudio señala que la fuerte presión presupuestaria favorece los procesos de adquisición de tecnología basados principalmente en el precio de compra lo que no siempre garantiza la implantación de innovaciones significativas. Asimismo, cuando no existe una metodología fiable, con la participación de expertos tecnólogos, para el asesoramiento profesional en la evaluación o segmentación de estas tecnologías, se limita la requerida calidad de los productos.

Las tecnologías sanitarias que se utilizan en el ámbito sanitario de diagnóstico, monitorización y terapia que se implantan en los centros sanitarios están expuestas a ciclos de innovación y mejora tecnológica permanente que aportan beneficios tangibles para los procesos asistenciales. Por tanto, “la incorporación de nuevas tecnologías a los activos de producción de un centro sanitario, bien como renovación de equipos anticuados o como soporte a nuevos procesos asistenciales, debería de partir de un análisis de coste-beneficio realista y unos criterios de amortización de la inversión en base a la vida útil esperada”, subraya desde el Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica.

Mantenimiento

También preocupa y mucho al sector de Tecnología Sanitaria las sucesivas incidencias técnicas registradas en el mantenimiento de los equipos y dispositivos de uso hospitalario. Y es que, a pesar de las recomendaciones realizadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios en la circular Nº 3/2012, “la normativa no se aplica en muchos centros que optan por soluciones de servicio técnico no siempre cualificadas para la actuación sobre estos sofisticados dispositivos”, aclara el Sector de Tecnología y Sistemas de Información Clínica de Fenin.

La edad tecnológica de los equipos afecta a la eficiencia, seguridad y calidad del sistema sanitario, además de que éstos son más susceptibles de fallos y averías. Esto puede conllevar importantes costes “ocultos” asociados al tiempo de parada y cancelación de procedimientos que afecta a todos los recursos ligados a ese proceso.

Vías de solución

El sector de Tecnología Sanitaria no es ajeno a toda esta problemática y ofrece soluciones para la actualización tecnológica en los equipos disponibles, renovación de sistemas en base a programas financiados de forma plurianual u otras modalidades de financiación entre otras propuestas. Asimismo, recomienda abordar un plan de actualización tecnológica del equipamiento existente para proveer de una mayor vida útil y funcionalidades nuevas o actualizadas a los equipos instalados en los centros sanitarios. En esta línea, plantea establecer otros criterios de valoración más allá del precio, en los que se consideren las inversiones en tecnología que tengan en cuenta la calidad, el ciclo de vida del producto y su eficiencia en los procesos asistenciales.

Otra posible solución consistiría en inventariar los recursos tecnológicos disponibles y aplicar criterios de renovación en base a su impacto en los procesos, mediante una planificación estructurada que tenga en cuenta un periodo de amortización definido. También se propone desarrollar la implantación de Sistemas de Información Clínica que permitan agregar la información proveniente de múltiples fuentes (imágenes, parámetros, procesos) y facilite la protocolización de procesos clínicos, la utilización de sistemas de ayuda a la decisión y la documentación de indicadores de actividad para el control y programas de mejora de los procesos asistenciales.

 
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