La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha restringido el uso de la codeína, por sus posibles efectos adversos, que pueden ser potencialmente graves.
La codeína es un medicamento que se utiliza para el tratamiento del dolor leve o moderado y para la tos improductiva, que una vez ingerida y metabolizada se convierte en morfina. Cuando esto ocurre, unos altos niveles de morfina en el organismo podrían llegar a causar problemas para respirar. En niños, esta transformación de codeína a morfina es muy variable y bastante impredecible.
Por eso, se ha prohibido en cualquier paciente en el que se haya comprobado que metaboliza de manera ultrarrápida la codeína en morfina, derivando así en altos niveles en sangre de esta sustancia y, por consiguiente, que se exponga a un mayor riesgo de intoxicación por morfina.
También en mujeres durante la lactancia, debido al riesgo grave de intoxicación para el lactante si la madre metabolizara la codeína de manera ultrarrápida. Además, la Aemps desaconseja también la codeína para pacientes de 12 a 18 años que tengan problemas respiratorios debido a trastornos neuromusculares, enfermedad respiratoria o cardiaca grave, infecciones pulmonares, trauma múltiple o pacientes ya sometidos a procedimientos quirúrgicos extensos.
La miel como alternativa
Al margen de los problemas de seguridad de la codeína, tampoco se ha conseguido demostrar hasta ahora que este medicamento sea eficaz contra la tos en niños, afirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Sin embargo, añade, sí existen algunas evidencias, que no certezas, de que la miel resulta eficaz en el tratamiento de la tos nocturna atribuida a infecciones del tracto respiratorio superior en niños mayores de un año.