SALAMANCA24HORAS ha consultado a las funerarias para conocer el precio aproximado que tiene morirse en nuestra ciudad. En líneas generales, los gerentes estiman que la media ronda los 3.000 euros, pero diferencian entre los servicios que realizan y la facturación de sus empresas, ya que una parte de esa cifra va a parar a las floristerías o a los periódicos por las esquelas, por citar dos ejemplos.
Lo más caro en estos casos es la caja, cuya media oscila entre 1.300 y 1.500 variando en función de la madera por la que está compuesta. Los arreglos son otro de los desembolsos importantes, aunque depende de la floristería con la que trabaje cada funeraria. En la situada en la calle El Grillo, la corona normal que suele llevarse la gente cuesta 150 euros, mientras que echando un vistazo al catálogo de la funeraria de Gran Vía se puede apreciar cómo la más barata está en 163 euros y la más cara supera los 900. En esta última, los centros de flores varían entre 43 y 261 euros. Por otro lado, la tramitación de los documentos cuesta 185 euros.