La secretaria de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de UGT, Nieves Martínez, ha destacado que los últimos datos aportados por la Junta de Castlla y León sobre las listas de espera quirúrgica en Castilla y León, y en concreto sobre su reducción y la demora media para pasar por quirófano, no coinciden con la realidad que al sindicato le trasladan los propios pacientes, día a día. “Creer en la disminución de las listas de espera es un acto de fe”, asegura Martínez, quién ha denunciado que ante las reiteradas peticiones a la Administración solicitando cifras en esta materia, UGT ha obtenido siempre la “callada por respuesta”.
El sindicato ha querido matizar que cuando la Junta habla de lista de espera quirúrgica se refiere al tiempo promedio que llevan esperando los pacientes una intervención, desde la fecha de prescripción hasta la fecha en la que la operación se realiza. Sin embargo, la demora es mucho más larga si se tiene en cuenta todo el proceso, es decir, desde que la persona solicita una primera cita con el especialista hasta que es intervenido o derivado a otro tratamiento. En este caso, la responsable de Sanidad de UGT ha señalado algunos ejemplos como los 11 meses de retraso detectados en servicios como el de Traumatología, o los dos meses de espera en la Unidad del Dolor, una Unidad que en el verano permaneció cerrada.
El sindicato ha denunciado, por otra parte, la amortización de plazas ante las jubilaciones. "No se renuevan los contratos, el problema es que plazas que tendrían que ser estructurales no se cubren como tal”, denuncia UGT que advierte de los efectos de esta medida, es decir, una mayor carga asistencial para los profesionales y una merma de la calidad, especialmente en atención primaria donde los pacientes ya están soportando hasta diez días de demora para que sean atendidos por su médico de familia. Así, de las 130 jubilaciones en la provincia de Salamanca en 2012 se pasó a 222 el año pasado.
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