La Fundación Amancio Ortega ha dejado ocho becas en Salamanca para que alumnos de cuarto de la ESO disfruten de un año de estancia en Estados Unidos y Canadá. Esta semana es el turno de conocer a María Jesús Jiménez Viruega, del IES Mateo Hernández.
Ella podrá disfrutar otra experiencia inolvidable durante todo un curso a partir de agosto en la ciudad de Calgary, situada en la región de Alberta, en Canadá. Es allí donde cursará sus estudios de Primero de Bachillerato, algo de lo que tiene muchas ganas y está muy contenta, aunque también “nerviosa, con la incertidumbre de saber qué me voy a encontrar allí”.
Además, es un premio doble, ya que María ha sido elegida entre 10.000 alumnos y alumnas para disfrutar de esta beca. Cuenta que, después de que varios amigos le hablasen de la existencia de esta ayuda, se interesó por ella “por el hecho de ir a otros países”, algo que siempre le ha gustado mucho, ya que así puede “conocer otras culturas y aprender otro idioma, algo que es muy importante hoy en día y para el futuro”.
Así, detalla que ser elegida entre diez millares de personas “es una sensación un poco chocante, porque son muchas personas y el haber salido elegida es un tanto extraño”, pero remarcó que está “muy contenta”.
Otro de los aspectos en los que destacan las becas de la Fundación Amancio Ortega es que los alumnos y alumnas que son premiados han debido pasar un total de tres pruebas. Pese a que muchos se preparan yendo a academias, María no, y como explica sólo trabaja lo que da en el instituto. Un instituto del que no será la única becada salmantina, ya que hay otro chico del IES Mateo Hernández (Jorge) que también recibirá esta subvención.
“Es una oportunidad que no todas las familias pueden ofrecer a los hijos”
Ana Viruega, madre de María, explica que para ellos es un orgullo ya no sólo que le hayan concedido la beca, sino que así su hija puede acceder a “una oportunidad que no todas las familias pueden ofrecer a sus hijos”. Y es que, como recuerda, hay muchos jóvenes que son de aptitudes válidas para cursas grandes estudios, pero que poca gente puede costear el vivir un curso entero en Estados Unidos o Canadá, ya que normalmente para una familia trabajadora esto es “imposible e impensable”. Ana mostró de igual manera su agradecimiento a la Fundación Amancio Ortega, y detalló que en breves comenzarán las reuniones para empezar a tratar los aspectos del futuro curso.
Respecto al destino, Ana también afirma que ellos preferían Canadá, ya que Estados Unidos le asusta un poco. Y puso como ejemplo que en el país más al norte no hay esa libertad de armas que existe en el territorio dirigido por Trump, algo que tranquiliza a la familia, puesto que “no dejan de ser niños de 15 años, que les da por ponerse a jugar y se pueden meter en un problema”.
Además, detalló que toda la familia ya estaba orgullosa de María por poder cumplir los requisitos para optar a la beca y “pasar el primer examen, que era el gordo”. Una vez que superó el segundo nivel, veían la posibilidad de ser becados más cerca, si bien eran conscientes de la dificultad que entrañaba. Pero cree que María demostró sus capacidades en la última prueba, donde la joven estaba sola y sin ayuda y expuso sus temas.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios