La expansión del jabalí en Castilla y León ha proliferado de forma exacerbada en los últimos tiempos, llegando a generar importantes daños materiales, sanitarios, así como accidentes viales en las diferentes provincias. Motivo por el que las capturas también han ido aumentando a la par en toda la Comunidad, al contar con una elevada capacidad de adaptación en diferentes hábitats, expandiéndose desde las zonas forestales hasta las agrícolas, llegando incluso a asentarse en territorios periurbanos como las inmediaciones del río Tormes, en la capital de Salamanca, donde han sido avistados en varias ocasiones, según ha publicado este medio.
De hecho, la Consejería de Medio Ambiente apunta que “los tamaños poblacionales en Castilla y León fluctúan entre valores de densidades próximas a los 13 individuos por cada 100 hectáreas (ha) y valores que no superan los 0,40 individuos/100 ha”.
En las últimas décadas las poblaciones del jabalí reflejan un incremento porcentual del 135,8% en las diez temporadas cinegéticas comprendidas entre 2011-2012 y 2020-2021, donde en Castilla y León la diferencia entre estas dos etapas es de 30.534 capturas, habiéndose cazado 53.013 ejemplares en la temporada 2020-2021 y 22.479 en 2011-2012.
En la etapa comprendida entre 2020-2021, la provincia de Salamanca fue la que más ejemplares capturó de todo Castilla y León, según los datos proporcionados por Medio Ambiente: Salamanca 11.835 ejemplares cazados; León 9.280; Burgos 7.606; Zamora 6.905; Ávila 6.047; Soria 4.145; Segovia 3.315; Valladolid 2.236; y Palencia 1.644. Esta temporada coincidió justamente con la pandemia, siendo de hecho el periodo donde se registran más capturas en Salamanca, de las que 304 tuvieron lugar en la reserva natural de Las Batuecas. En el resto de las temporadas de las que se tienen datos se cazaron en Las Batuecas 233 jabalíes en 2016-2017; 246 en 2017-2018; 285 en 2018-2019; y 209 en 2019-2020.
Aunque la tendencia en la provincia salmantina desde el primer año del que se tiene datos, en la temporada 2004-2005, ha sido al alza, con una diferencia de 6.745 capturas entre este año y 2022-2023, desde que se alcanzara el pico más alto en 2020-2021 con 11.835 jabalíes cazados, las cifras han comenzado a reducirse, contabilizándose 8.466 ejemplares en 2021-2022 y 8.652 en 2022-2023. En las últimas temporadas la diferencia de animales capturados es de 186 ejemplares.
En la última temporada de caza, 2022-2023, de la que tiene registro Medio Ambiente, la provincia de Salamanca es la tercera de la Comunidad con más capturas realizadas después de León (9.208) y Burgos (9.206), con un total de 8.652 ejemplares abatidos, subiendo un puesto respecto al año anterior, 2021-2022, donde Salamanca se encontraba en cuarta posición (8.466 ejemplares) con Burgos (9.556), Zamora (9.064) y León (9.062) por delante. El jabalí fue también la especie de caza mayor con más ejemplares abatidos en tierras charras durante la última temporada cinegética 2022-2023, estando por detrás el corzo y el ciervo.
Que Salamanca sea uno de los lugares de España donde se realizan más batidas de jabalíes y por tanto donde más ejemplares de eliminan, tienen que ver con la gran población de jabalíes existentes en tierras charras, siendo este el animal que más accidentes de tráfico provoca en las carreteras salmantinas, protagonista de 272 siniestros en los tres primeros meses de este año, de los que hubo heridos en Membribe de la Sierra y Horcajo Medianero. En 2023, el jabalí fue el culpable de 3.275 accidentes de tráfico.
A nivel de Castilla y León, la Consejería de Medio Ambiente subraya que “el número de accidentes provocados por el jabalí se ha incrementado en un 8,9% a lo largo de los últimos seis años (entre 2016 y 2021)”. Por provincias, la mayor siniestralidad durante esos años tuvo lugar en León, ocupando Salamanca el cuarto lugar con 303 accidentes de media anual.
No obstante, las batidas de jabalíes no son vitales exclusivamente por los accidentes viales, también por lo perjudiciales que son para los cultivos y los riesgos que comportan para la salud de otras especies. Mantener a raya el control poblacional de este animal es fundamental para reducir los daños ocasionados en los campos del cereal o el maíz, que son los más afectados por los destrozos que generan, ocasionando importantes pérdidas económicas para los agricultores.
En cuanto a los riesgos sanitarios, Medio Ambiente señala la tuberculosis, peste porcina africana y clásica, enfermedad de Aujeszky, fiebre aftosa y brucelosis como las principales enfermedades que más afectan al jabalí y que pueden, por tanto, contagiar a otros animales, ocasionando serios problemas de salud, que pueden llegar a ser mortales en la cabaña ganadera de vacuno, porcino, ovino o caprino, donde la gran mayoría habita en la provincia de Salamanca, sobre todo el vacuno con las cifras más altas de toda la Comunidad, al igual que en el porcino ibérico.
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